Interconectando Asia Pacífico y América Latina
Published on 03 Apr 2023
El comercio entre América Latina y Asia, dos regiones situadas en puntos opuestos del planeta, es vital para la salud de la economía mundial. Desde 1995, la expansión industrial de China y la producción de recursos naturales en América Latina han contribuido a un aumento anual del comercio entre ambas áreas del 9%.
Las exportaciones chinas a América Latina incluyen minerales, productos agrícolas, carne, mariscos, alimentos procesados y bebidas. En cambio, las principales importaciones de la región incluyen equipos, productos electrónicos, productos químicos, plásticos, textiles y calzado. Las dos áreas tienen un comercio anual de más de 500 mil millones de dólares.
En los últimos años, los inversores de Asia, en particular de China, han estado comprando activos de energía y telecomunicaciones en toda América Latina. La empresa china State Power Investment Corp compró la mexicana Zuma Energa, una empresa de energía renovable, en 2020, y la empresa china State Grid Corp adquirió dos empresas energéticas chilenas en 2021.
En conjunto, la inversión china en Brasil aumentó un 208% hasta alcanzar los 5.900 millones de dólares entre 2020 y 2021. En 2021, China invirtió el 4,8% de su capital total en el exterior en Brasil, solo superado por Estados Unidos en el continente americano.
Muchas empresas asiáticas, especialmente las chinas, han buscado activamente el crecimiento internacional y han tenido éxito en mercados fuera de América Latina. No obstante, debido a varios factores estructurales y culturales, América Latina es una excelente opción para las empresas asiáticas que buscan nuevos mercados de crecimiento. A continuación, se presentan algunos beneficios de invertir en América Latina.
La capacidad de navegar por la transformación digital
En la región Asia-Pacífico (APAC) hay aproximadamente 40 países diferentes y sus poblaciones combinadas suman más de dos mil millones. Si bien en la APAC se encuentran economías desarrolladas como Japón, Singapur y Hong Kong, la región en su conjunto aún se encuentra en las primeras etapas de crecimiento económico. Esto implica que la adopción de tecnologías como Internet y los teléfonos inteligentes ha sido lenta, irregular e impredecible. Como resultado, las empresas asiáticas son expertas en innovar y crear soluciones creativas para las ineficiencias del mercado características de los países emergentes como América Latina.
Numerosos casos de fragmentación
La localización es esencial en una zona con más de 40 jurisdicciones; por ejemplo, Indonesia tiene más de 20 métodos de pago que solo se aceptan en persona. Para tener éxito en América Latina, las empresas de comercio electrónico de Asia deben adoptar las costumbres y prácticas de la región en materia de contenido, marketing, productos y métodos de pago. Los programas de los bancos centrales como Pix en Brasil y SPEI en México, los vales de efectivo como el boleto bancário y OXXO Pay, y una gran cantidad de billeteras digitales son solo algunos ejemplos de la amplia diversidad de sistemas de pago locales disponibles en América Latina. Como región con más de 30 mercados distintos, América Latina presenta desafíos únicos para los minoristas de APAC debido a su amplia gama de normas regulatorias, impositivas, bancarias y culturales.
Alta adopción de teléfonos inteligentes y estrategia Mobile First
Los consumidores asiáticos pueden ser considerados pioneros en la adopción de tecnología incluso en países emergentes si el precio es adecuado. Con más del 70% de la población que posee un teléfono inteligente, varias empresas de consumo populares en Asia han cambiado su enfoque hacia las plataformas móviles. Por lo tanto, la zona cuenta con la industria de comercio electrónico más avanzada y es la principal potencia de los juegos en todo el mundo. Los teléfonos inteligentes han reemplazado en gran medida a las computadoras personales en América Latina, lo que le da a la región algunas similitudes con esa región. Ambos mercados se han beneficiado de la prevalencia de sitios web y aplicaciones flexibles y con capacidad de respuesta que pueden funcionar correctamente, incluso en teléfonos con espacio de almacenamiento limitado y conexiones de red inestables.
Un teléfono móvil es más accesible para las personas con ingresos más bajos que una computadora de escritorio; por lo tanto, ciertas poblaciones pueden usar dispositivos móviles de manera exclusiva o mayoritaria. Además, un dispositivo móvil puede ser más fácil para los grupos con bajos niveles de alfabetización, ya que permite a los usuarios conectarse con amigos, familiares e incluso clientes a través de mensajes de voz y acceder a material en las redes sociales a través de videos y fotografías.
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