Las ventajas de las previsiones continuas frente a la planificación anual

Tradicionalmente, las empresas han recurrido a planes anuales para orientar sus operaciones y ayudar a alcanzar sus objetivos a corto plazo. Así se han hecho las cosas durante más de una década. Sin embargo, es hora de reconsiderar esta práctica. Las previsiones continuas tienen ventajas significativas sobre los planes anuales. Permiten a las empresas aprovechar las últimas oportunidades, avances tecnológicos y prácticas de transformación. En este informe técnico, Frank Calderoni, director ejecutivo, Sara Baxter Orr, directora de prácticas financieras, y Simon Tucker, director de planificación de Anaplan, explican los beneficios de las previsiones continuas y por qué la planificación anual estaba obsoleta incluso antes de la crisis de la COVID.

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Las limitaciones de los planes anuales

Los planes anuales tradicionales requieren mucho tiempo, son costosos y limitan la actividad: según las estimaciones, las empresas tardan de media entre dos y cinco meses en elaborar sus planes anuales. Estos planes se elaboran analizando datos históricos para predecir lo que podría ocurrir en el futuro, que suelen ser variables y volátiles. Se trata de un ejercicio que requiere muchos recursos y que obliga a los equipos financieros a trabajar muchas horas. A menudo, se involucra a personas de otros departamentos. Esta inversión de tiempo tiene un coste asociado. Tampoco es un ejercicio divertido para las personas implicadas, puede resultar agotador y distractor para la organización.

Predecir el entorno empresarial es complicado: seguiremos sintiendo los efectos de la crisis de la COVID-19 durante los próximos años. Ha cambiado fundamentalmente el panorama empresarial. Hay mucha incertidumbre en este momento y no hay forma de saber cuándo se resolverá esa incertidumbre. Intentar predecir el entorno empresarial futuro siempre ha sido una tarea compleja y difícil. Y cada vez es más difícil. Cualquier plan anual creado en la situación actual quedaría obsoleto rápidamente y requeriría revisiones.

Se ejecutan con herramientas obsoletas: los planes anuales suelen estar vinculados a un calendario finito. Existen limitaciones en cuanto a la información que se puede consultar, lo que limita la capacidad de la dirección para tomar decisiones adaptativas y ser ágil. A menudo, los métodos y las herramientas que se utilizan para elaborar estos planes son obsoletos, están sobrecargados y dependen de tecnologías antiguas. Las discrepancias y los errores suelen ser parte de estos sistemas heredados.

Beneficios de cambiar a pronósticos continuos

Las previsiones continuas permiten a las organizaciones planificar durante todo el año en lugar de planificar para todo el año. Los recursos y esfuerzos necesarios se distribuyen a lo largo de todo el período de 12 meses en lugar de agruparse en un trimestre. El ritmo al que cambian las tecnologías y los entornos empresariales ha aumentado. Para mantenerse al día con las demandas cambiantes y mantenerse por delante de la competencia, las empresas deben poder tomar decisiones rápidas. Las previsiones continuas respaldan este tipo de agilidad. Son ágiles, adaptables y se actualizan continuamente.

Descargue este libro electrónico de Anaplan para obtener más información sobre por qué su organización debería dejar de lado los planes anuales y adoptar previsiones continuas. El documento también incluye información sobre por qué es importante dar este paso ahora. Suscríbase a whitepapers.online para acceder a recursos de alta calidad como este.