Cómo la banca tradicional se adapta a la nube

Published on 27 Jan 2023

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La tendencia de la transformación digital está extendiéndose por todas las industrias y un número cada vez mayor de empresas están realizando la transición a un modelo de operación basado en datos.

El surgimiento de la computación en la nube representa el componente esencial de esta revolución digital, y una mayor cantidad de gastos de TI se destinan al desarrollo de tecnologías que posibiliten la transformación digital.

La transición a servicios de nube pública era una tendencia que ya estaba en marcha antes del año 2020, pero el COVID-19 ha funcionado como catalizador de este cambio y la pandemia demostró por qué la nube es tan necesaria para que las operaciones de las empresas funcionen sin problemas en el siglo XXI.

Como los confinamientos obligaron a los trabajadores a quedarse en casa, las empresas se vieron obligadas a trasladar su infraestructura a la nube para permitir que sus empleados y clientes accedieran a los datos a pedido desde la distancia. Esto se hizo para que pudieran seguir realizando sus trabajos.

Los servicios de nube pública nos permiten utilizar herramientas como el trabajo remoto, las comunicaciones virtuales y el aprendizaje a distancia, todos ellos ejemplos de sistemas que son posibles gracias a la computación en la nube.

Gracias a esto, ahora podemos realizar más trabajos desde la comodidad de nuestros hogares, lo que es una de las muchas formas en que la tecnología ha cambiado irrevocablemente nuestra forma de operar.

El ritmo al que las organizaciones invierten en la nube se ha acelerado, especialmente en el sector financiero. Los nuevos patrones de trabajo, como nuestro modelo híbrido de trabajo desde casa y en la oficina, son algunos de los factores que han contribuido a esta aceleración. Por ello, en este blog, hablaremos sobre cómo las instituciones financieras se están adaptando a la transición de la tecnología local a las soluciones de nube pública.

Ver también: Post COVID-19: ¿Auge o declive de las fintech?

Los bancos y los clientes están en la gloria

Los bancos, que al principio se mostraron reticentes a aceptar las tecnologías digitales, ahora disfrutan de los beneficios de adoptar la nube a pesar de que al principio fueron lentos en adoptar las tecnologías digitales. En primer lugar, el proceso de acumulación de datos se vuelve más efectivo. Los bancos otorgan gran importancia a la recopilación y almacenamiento de enormes volúmenes de datos, así como a la posibilidad de que los trabajadores y los clientes accedan automáticamente a estos datos en cualquier momento, desde cualquier lugar y cuando lo deseen.

Una de las principales ventajas de la computación en la nube en el sector bancario es que el personal puede analizar y gestionar rápidamente grandes cantidades de información, lo que resulta especialmente útil en un momento en que el volumen de datos disponibles sigue creciendo exponencialmente. Es sencillo y rápido aprovechar la información relevante, y la integración de aplicaciones desarrolladas por terceros también es muy sencilla.

La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de utilizar la tecnología para el autoservicio remoto. Aunque todos damos por sentado que podemos acceder a los datos al instante sin importar en qué parte del mundo nos encontremos, la realidad es que esto ni siquiera se podía lograr hace diez años. Las personas quieren poder gestionar sus cuentas sin importar dónde se encuentren, y las empresas necesitan poder proporcionar y mantener operaciones de servicio al cliente incluso cuando los empleados trabajan de forma remota. La eliminación constante de sucursales físicas solo empeorará este problema para los bancos.

La transición a la computación en la nube nativa permite a las organizaciones financieras más nuevas y menos consolidadas superar a sus rivales más consolidados y maduros. Esto se debe al hecho de que la computación en la nube es muy ágil, especialmente en comparación con las tecnologías tradicionales más antiguas.

Como resultado, la nube puede ayudar a las organizaciones financieras a mantenerse al día con las tendencias emergentes, a adaptarse al flujo y reflujo de las necesidades del mercado o a ajustar su estrategia en respuesta a eventos globales como la epidemia de COVID-19. Por otro lado, las tecnologías heredadas son mucho menos adaptables y solo pueden adaptarse lentamente a las tendencias cambiantes del mercado y a los requisitos de los consumidores. Debido a esto, la nube ofrece a las organizaciones financieras que están ansiosas por adoptar la transformación digital una ventaja, ayudándolas a avanzar contra los rivales que son más lentos en hacer la transición. Esto se debe a que la nube permite a las empresas financieras almacenar sus datos en una ubicación centralizada.

Trasladar la infraestructura a la nube ofrece beneficios adicionales, como mayor flexibilidad y escalabilidad. Los bancos necesitan una infraestructura que pueda seguir el ritmo de su expansión, ya que la tecnología financiera es una industria que se expande a un ritmo rápido. La nube permite esta escalabilidad esencial y la amplitud de operaciones.

Por último, pero no por ello menos importante, existen reducciones de costes fundamentales que se pueden lograr mediante mejoras en el hardware físico y la gestión de plataformas heredadas. El software como servicio (SaaS) permite a las empresas del sector financiero evitar las importantes inversiones de tiempo y dinero que se requerían anteriormente para la instalación y actualización de sus servicios. En su lugar, estas empresas pueden hacer uso del SaaS, que les proporciona la versión más reciente del software tan pronto como está disponible. Como resultado, se pueden implementar mejoras inmediatas en la empresa.

¿Cómo superar los desafíos de la adopción de la computación en la nube?

Además de las profundas lealtades a formas obsoletas de tecnología, todavía hay una perceptible corriente subyacente de desconfianza en torno a la computación en la nube.

Además, las autoridades reguladoras de los distintos países de las distintas partes del mundo tienen actitudes muy diferentes con respecto a la aprobación de estas tecnologías. Los mercados emergentes como la India, Oriente Medio y África todavía están evaluando los peligros asociados a la computación en la nube, mientras que los países más desarrollados como Estados Unidos y el Reino Unido se están volviendo más receptivos a la computación en la nube.

En el entorno actual, en el que las pandemias y el trabajo remoto están en aumento, no se puede exagerar la necesidad de una transformación digital. La nube y otras tecnologías transformadoras están contribuyendo al surgimiento de un sistema financiero global más adaptable y abierto a participantes de todos los ámbitos de la vida.

Es evidente por qué las empresas se sienten atraídas por esta tecnología debido a los numerosos beneficios que ofrece la computación en la nube en el sector bancario , a pesar de que todavía existen problemas mayores en torno a la creación de casos de negocio para el uso de la computación en la nube en relación con el retorno de la inversión. Para garantizar su prosperidad continua, las instituciones financieras deben seguir comprometidas con la realización del potencial que ofrece la nube.

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